El último adiós a Whitney Houston

En la pequeña iglesia de New Hope en Newark, Nueva Jersey, se despidieron los restos de la cantante, en una ceremonia llena de emoción y recuerdos. Familiares, amigos, celebridades del mundo del espectáculo y miles de fans, le dieron el último adiós a un emblema de la música.

La pequeña iglesia de New Hope en Newark (Nueva Jersey, este de Estados Unidos) acogió este sábado el funeral privado de la fallecida Whitney Houston, en el mismo lugar donde la cantante acostumbraba a cantar en su infancia.

La ceremonia comenzó con unas palabras de bienvenida del alcalde de Newark, ciudad natal de la estrella. "Te amamos Whitney Houston", declaró el alcalde Cory Booker, ante el féretro cubierto de flores, según la retransmisión televisada del homenaje.

El cantante Stevie Wonder cantó durante la ceremonia y el actor Kevin Costner rindió homenaje a la artista fallecida a los 48 años. Elton John, Beyoncé y su esposo, el cantante Jay-Z también participaron en el evento.

La vedette Aretha Franklin, cuya participación había sido anunciada, finalmente no cantó en la ceremonia, según la cadena CNN, que precisó que la estrella del blues está enferma.

Un coro de gospel de un centenar de mujeres y algunos hombres, en su mayoría negros y vestidos de blanco, cantaron en la iglesia bautista al inicio oficial de las exequias.

El ex marido de Whitney Houston, Bobby Brown, en traje negro, también estaba presente en la ceremonia.

El ingreso era sólo por invitación a las exequias de la cantante, que falleció el pasado sábado a los 48 años en un hotel de Los Ángeles (California, oeste) por razones aún desconocidas.

La policía había desplegado un amplio operativo desde temprano, cerrando las calles aledañas a esta iglesia bautista -en cuyo coro de gospel cantaba Whitney cuando era niña-.

En la puerta de la iglesia había globos, osos de peluche y flores dejados en los últimos días. "Whitney Houston, We will always love you, 1963-2012", se leía en un cartel de neón titilante en la entrada, que retomaba el título de una de sus canciones más célebres, "I Will Always Love You".

Si bien en un principio se barajó la posibilidad de un homenaje público en un complejo deportivo de la ciudad, la familia decidió finalmente organizar un funeral estrictamente privado en esta iglesia con capacidad para 1.500 personas.

El pastor que preside la ceremonia es un amigo de Houston, Marvin Winans, también cantante de gospel.
Fue él quien en 1992 casó a la estrella del pop con el cantante de R& B Bobby Brown, aunque la pareja terminó divorciándose en 2007 tras un turbulento matrimonio.

Brown, que tuvo con Whitney a Bobbi Christina, actualmente de 18 años, mantiene tensas relaciones con la familia de la cantante pero también estaría presente.

Los fanáticos, en cambio, pueden seguir la ceremonia en vivo, especialmente a través de TV e internet, gracias a una cámara autorizada a transmitir desde el interior del recinto.

El jefe de la policía local, Samuel DeMaio, recomendó a los admiradores de Whitney Houstonquedarse en casa. "No habrá nada que ver aquí en la iglesia. Tendrán que rendirle homenaje a distancia", dijo.

Apenas un pequeño puesto de venta de camisetas, DVDs, fotos de la cantante, montado el viernes por la noche por dos mujeres en la esquina de la iglesia se veía el sábado por la mañana temprano, aunque tuvo que ser levantado poco después.

"Hicimos 500 dólares en cuatro horas anoche. Pero ahora la policía dijo que tenemos que irnos", indicó a Kisha Kamara, una de las vendedoras.

Whitney Houston sería enterrada el domingo en el cementerio de Fairview, en la cercana ciudad de Westfield, donde ya reposa el cuerpo de su padre John, fallecido en 2003, informó la cadena de televisión ABC que citó una fuente policial.

Houston, quien dominó la escena musical estadounidense del pop y soul en los años 1980 y 1990, vendiendo más de 170 millones de discos, libró una larga batalla pública contra el abuso de drogas, que afectó negativamente su carrera y su vida personal.

Este costado de su vida volvió al centro de la escena esta semana tras la medida anunciada por el gobernador de Nueva Jersey, el republicano Chris Christie, de colocar a media asta todas las banderas en el Estado.

Aunque para algunos Whitney no merece esto ya que se trataba de una "drogadicta", el gobernador Christie defendió enérgicamente su decisión afirmando que la "contribución artística" de la cantante debe ser recordada.