La Negra, esposa de la Mole Moli, confesó que tras la pelea que tuvo con su pareja las cosas cambiaron radicalmente. “Con todas las que pasamos, no se podía ir por un plato de comida”, dijo su mujer. ¡Y hay más!
La Negra Moli, esposa del ganador del Bailando 2010, habló luego de la pelea que tuvo con su pareja, hace unos días.
“Fue simplemente una discusión. Ya está todo arreglado por suerte. Se enojó porque mimé mucho a mis hijos, ja, ja. Lo que pasa es que el año pasado estuvo todo el tiempo en Buenos Aires y yo estuve siempre sola con los nenes acá en Córdoba. Y entonces le daba todo lo que ellos pedían”, soltó la Negra.
Además, la ex concursante del Bailando 2011 expresó: “Entonces cuando llegó me preguntó por qué le daba tanta clase de comidas. Y mucho no le gustó. Por eso surgió la pelea. Pero ya pasó”.
“La Mole entendió y me dijo que haga de comer lo que los chicos me pedían. Me dijo que no había problemas”, continuó.
Entre otras cosas, La Negra expresó: “Si hay puchero y los chicos no quieren, no vamos a obligarlos”.
Entre otras cosas, La Negra sentenció: “Antes se hacía lo que él decía y nadie opinaba. Ahora los chicos están grandes y él estuvo un año afuera. Y él también cambió. Hace diez años atrás se comía todo lo que él quería”.
Y cerró: “Yo le dije a la Mole que habíamos pasado por cosas peores y que no se podía ir de casa por un plato de comida. Estuvimos cinco días separados”.
“Fue simplemente una discusión. Ya está todo arreglado por suerte. Se enojó porque mimé mucho a mis hijos, ja, ja. Lo que pasa es que el año pasado estuvo todo el tiempo en Buenos Aires y yo estuve siempre sola con los nenes acá en Córdoba. Y entonces le daba todo lo que ellos pedían”, soltó la Negra.
“La Mole entendió y me dijo que haga de comer lo que los chicos me pedían. Me dijo que no había problemas”, continuó.
Entre otras cosas, La Negra expresó: “Si hay puchero y los chicos no quieren, no vamos a obligarlos”.
Entre otras cosas, La Negra sentenció: “Antes se hacía lo que él decía y nadie opinaba. Ahora los chicos están grandes y él estuvo un año afuera. Y él también cambió. Hace diez años atrás se comía todo lo que él quería”.
Y cerró: “Yo le dije a la Mole que habíamos pasado por cosas peores y que no se podía ir de casa por un plato de comida. Estuvimos cinco días separados”.
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