La actriz fue nuevamente hospitalizada en un centro de rehabilitación, debido a una crisis psiconeurológica. Además tuvo que ser atada a la cama para evitar que dañe su cuerpo, según publica Diario Crónica.
El destino de Celeste Cid la lleva de nuevo a un centro de rehabilitación, después de una crisis psiconeurológica. Una desmedida ingesta de sustancias adictivas, entre las que se detectó una supremacía de cocaína, determinó que la pareja de la actriz, el músico Gonzalo Aloras, la llevara de urgencia, en la tarde del lunes, para dejarla en el Instituto Avril, un neuropsiquiátrico especializado en el tratamiento de adicciones severas.
El primer diagnóstico determinó que la protagonista de “Para vestir santos” presentaba un cuadro de “excitación psicomotriz”, por lo que se debió atarla de pies y manos a la cama, para evitar que se dañara a sí misma, hasta tanto recobrara la normalidad a través del suministro de potentes sedantes.
El novio de Celeste la dejó en el centro de la calle Humahuaca al 3700 y se alejó en el mismo automóvil que la había llevado. A partir de ese momento, la actriz se encuentra internada en una de la habitaciones de la planta baja, que presenta una custodia de seguridad de dos efectivos, para evitar todo tipo de incidente inesperado adentro del instituto. En ese mismo establecimiento se encuentra realizando una etapa de recuperación Gustavo, el único hijo del productor Gerardo Sofovich, que fue internado después de violento episodio que le tocó protagonizar en el Hipódromo de Palermo.
No es la primera y ojalá sea la última vez que Celeste Cid es internada por consumo de drogas en los últimos meses. En mayo del 2009, la revista “Paparazzi” la sorprendió saliendo de una internación junto a su novio, el músico de Turf, Joaquín Levinton, cuando fueron dados de alta, primero ella y luego él, de la Clínica Bazterrica.
Tiempo después, tras negar la internación anterior, Celeste vuelve a caer internada en otro centro neurológico y en un estado realmente alarmante, debió superar 19 días de internación, en los que la pasó muy mal hasta que logró salir del Fleni y volver a su vida privada. Cid presentó problemas respiratorios, cardíacos, de motricidad y coordinación psíquica, cuadros extremos de los que logró volver.
Tal como ocurrió en las circunstancias anteriores, la actriz que está convocada para participar de la próxima ficción de Pol-ka, proyectada para la pantalla de Canal 13, que se llamará “El lobo” y en la que trabajará junto a Gonzalo Heredia, no estuvo acompañada por integrantes de su familia para asistirla ni socorrerla en un cuadro tan extremo y difícil. Apenas su novio, para acercarla al Instituto Avril y tan solo un par de llamados del cantautor rosarino Fito Páez, ex pareja de Celeste, preocupado por su estado de salud.
Según la información que está manejando “Crónica”, Celeste Cid está pesando 56 kilos y entre la medicación que le están suministrando para lograr recuperar la normalidad en el organismo de la actriz están el Trapax y el Halopidol, como los fármacos más distintivos. También se le han realizado lavajes con solución fisiológica para tratar de resolver la intoxicación que presentaba en el momento en el que ingresó al instituto.
Como se sabe, Celeste es madre de un niño que se llama André, fruto de su pareja con el cantautor Emmanuel Hourviller y en una de sus últimas declaraciones señaló: “Me gustaría volver a quedar embarazada porque quiero darle un hermano a mi hijo”.
Kalina: “Esta chica es adicta”
Ante el durísimo momento que le toca vivir a la actriz Celeste Cid, internada en el neuropsiquiátrico Avril por un cuadro complicado de excitación psicomotriz por ingesta de sustancias, el doctor Eduardo Kalina, especialista en adicciones, habló con Crónica: “Evidentemente esta chica es una adicta a la cocaína y al tabaco, y la verdad que no sé si no habrá otras cosas más. Se habla de una sobredosis, pero yo considero que no debe ser así porque hubiera ido a una terapia intensiva de algún hospital o clínica, que tienen todos los recursos para tratar una sobredosis. Es una persona a la que la droga la afecta mucho”.
Kalina también habló sobre la participación de la familia en este tipo de situaciones: “En los momentos más agudos, la familia no es importante. Cuando una persona se pasa, está en crisis o tiene reacciones tan violentas, no pueden ayudar. El equipo terapéutico debe hacerse cargo y contener al paciente. La familia empieza a tener participación una vez que las cosas mejoran, porque hay casos que no saben controlar estas situaciones y agravan las cosas”.
Lestelle: “Descontrol y crisis una mental”
La médica Mariana Lestelle también dio su visión sobre el nuevo cuadro de internación que presenta Celeste Cid: “Frente a la adicción que presenta la paciente, no es extraño que haya sido internada, y en estos casos se la suele atar para que no atente contra su cuerpo o contra su propia vida. La paciente se convierte en un sujeto peligroso para ella misma y para todo lo que lo rodea sin que tome conciencia de los riesgos. Estas ataduras se aplican hasta que se logran los niveles de sedación más convenientes para este tipo de cuadros”
La profesional agregó: “La excitación psicomotriz presenta un descontrol, una crisis cerebral que incide directamente sobre funciones del propio organismo. Por eso, frente a una intoxicación de sustancias adictivas como puede ser la cocaína, primero hay que desintoxicar el cuerpo con lavajes fisiológicos y luego soportar los síndromes de abstinencia que pueden generar las sustancias adictivas. Es decir, soportar los embates del deseo de las sustancias cuando éstos se tornan insostenibles. En estos casos, el primer paso es mantener sedada a la paciente y limpiarle el sistema sanguíneo”.
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